Jane era una buena chica, todo el mundo lo sabía.
Sus padres, su hermana pequeña, sus amigas, sus profesores...
Hasta que conoció a Ed.
***
"Y ella no podía parar de reír, mientras aquel ruido ensordecedor hacía que sus oídos estuvieran a punto de estallar. El líquido rojo y espeso que manaba de aquel cuerpo que se tambaleaba con cada disparo salpicó contra su delicada piel. Entonces, él posó su mirada azul hielo sobre los ojos de ella. Ella se estremeció, y se acercó poco a poco a él. Mientras sus altos tacones pisaban el gran charco de sangre, con sus ojos esmeralda miró el cuerpo tendido bajo los pies del hombre al que amaba. Ella acercó poco a poco sus labios a los de él y, nada más rozarse, como quien pulsa un interruptor, sus cuerpos se acercaron fuertemente.
Sin previo aviso, el cuerpo se tambaleó. Y oyeron un débil susurro que ninguno pudo entender. Entonces, Jane, con un ágil movimiento de manos, sin apartar sus labios de los de Ed, le quitó delicadamente el revolver de la mano izquierda. Se giró de forma teatral, dejando que el viento moviera su pelo como si se tratasen de serpientes, y miró a los ojos del hombre tendido en el suelo.
Acto seguido y, sin siquiera mover una de las espesas pestañas que bordeaban sus ojos felinos, apretó el gatillo hundiendo una bala entre sus cejas.
Viendo cómo la vida abandonaba aquellos ojos avellana completamente desconocidos.
Luego, continuaron con su apasionado beso."