El día 31 de octubre de 1981, Lily y James Potter fueron asesinados por lord Voldemort, y Harry fue maldito, quedándose con una cicatriz en la frente. Todo por la culpa de una profecía. En ella se hablaba de un niño nacido a finales de julio. Neville Longbottom nació el 30 del mes de julio. Lord Voldemort fue a casa de los Longbottom aquella noche, en lugar de a la de los Potter. Ahora, Lily y James viven en su casa de Godric's Hollow, aún atormentados por el fantasma de su oscuro pasado, al igual que Harry. Las únicas ignoran la terrible historia de la familia son las gemelas Lila y Violet, que nunca han oído hablar de la profecía, y que van a comenzar su primer año en Hogwarts.