¿Alguna vez te has preguntado cómo a lo que tanto se ama, puede hacer tanto daño a la vez? Si has encontrado la respuesta ven y dámela, explícame, para poder entenderlo, porque después de siete años, yo la sigo buscando. Amar a alguien es mantener constantemente un cuchillo en la mano. Por supuesto, tienes dos jodidas opciones, como todo en esta puta vida. Conciencia o consecuencia. Dañar o salir dañado. En un solo movimiento hice ambas. Dañe a Angelina Raynols y me marqué para siempre. Durante estos malditos siete años, no he hecho nada más que pensar en ella. Viviendo en una interminable angustia y mil interrogantes que no tienen respuestas. Prometí que si ella no volvía, si no llamaba, entonces la dejaría en paz para siempre. Costó pero lo cumplí. Esa tarde después de dejar la ciudad, me jugué mi última carta, lamentablemente, sin obtener una buena respuesta. Los años pasaron y prometí no regresar. Sin embargo, después de siete años, lo haría. Jódanse. ¿Para qué mierda se hicieron las promesas si no son para romperlas? Segunda parte de "Las Tontas También Aprenden". Alaración: todo el contenido como los vídeos de YouTube, gif e imágenes que puedan aparecer en esta historia, son totalmente propiedad de su creador/a. Yo solo los tomé de internet. En cambio, la historia, sí es de mi propiedad. Todos los derechos reservados ©
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