Atados al deber otorgado por linaje y orgullo, dos seres deberán someter sus propias pasiones y deseos a cambio de algo más grande que podría cambiar el curso histórico de La Atlántida, aquella ciudad hundida a la que ambos están atados y a la cual cada uno debe todavía más que la vida y existencia. Ellos deberán cumplir sus propósitos, establecidos inclusive antes de su nacimiento y ser los autores de una guerra entre dos mundos diferentes. Él quiere ser su destructor por orgullo, ella quiere conservar la hermosura de ese mundo.