El era fuego. Destructor si se lo proponía. Una obra de arte que merecía ser admirada. Aquel pianista que me enamoró con sus cartas y partituras. Ella era hielo. Fría como la larga noche de invierno. Una artista ocultando sus dotes del arte. Llené de color su vida con pinturas, ya que el era una una de ellas.