Ella es una chica callada. Le gusta hablar a penas y tampoco es muy buena expresándose hablando. Los días para ella pasan observando a una chica que toca el piano y canta siempre la misma canción, no siempre a la misma hora, pero siempre sin dirigirle palabra alguna a su acompañante. Y es que ella tampoco es que se quede a observarla por siempre. Pero es su momento favorito del día cuando ve su mirada perdida en la nada mientras escucha la hermosa melodía de la chica.