Una guerra de miradas entre ambos jóvenes, que no la detiene ni la luz radiante del sol o el eco de las voces de las demás personas allí junto a ellos, porque no, no estaban solos, pero para ellos solo existían ellos dos y nadie más. La tensión entre Haziel y Eythan era tan palpable que la mismísima presencia de ambos.
Eythan es solo eso, Eythan. Él es él. Aquel egocéntrico chico, de chaqueta negra y lentes oscuros. Él era esa clase de chico que te deja embobada desde la primera vez que lo miras, con unos ojos que te llevan al abismo de la pasión.
Haziel es ella. Una chica extrovertida y que le alegra el día a cualquiera solo con su presencia. Pero no te creas, no es la típica chica tímida que se enamora del chico malo o la chica insegura de sí misma, ella es la que lo reta, la chica dura y que muestra desinterés ante los chicos, aunque les gusten.
Violeta Hódar tiene un problema, esta completamente enamorada de Chiara Oliver.
Su problema tendría una solución bastante sencilla, de no ser porque Chiara Oliver odia a muerte a Violeta Hódar.
Para empeorar las cosas, Chiara es la hermana de Alex, el novio de su mejor amiga Denna, y este es muy protector con ella.
Por todas esas razones Violeta Hódar tiene todas las de perder. O al menos eso es lo que le diría cualquier persona cuerda.
Conquistar a Chiara Oliver es una misión imposible. ¿Verdad?