Ahí va. Flotando, suave y lento, dejándose llevar por el viento. ¿La ves?
No, claro que no.
Estás demasiado ocupado.
Es naranja, tiene unas puntas muy bonitas haciendo que su forma sea bastante extraña pero agradable, es pequeña comparándole con la palma de mi mano, es grande para que las hormigas puedan cargarla y removerla de su camino o simplemente rodearla. Está seca, está cayendo al césped junto a otras más.
Una simple hoja de otoño que me arrancó una sonrisa nostálgica.
Como siempre, vengo a ver al césped teñirse de cálidos colores porque me llena de recuerdos Porque simplemente me recuerda a ella.
―¿Me extrañará?―Suspiré ―¿Me extrañarás tanto como yo a ti?
Bajé la mirada hasta mis zapatos sintiéndome un estúpido adolescente de algunos diecisiete años, quería pararme y correr hasta su casa. Podría hacerlo pero...
―Malik ¿Qué haces aquí?― Cerré mis ojos sintiéndome un idiota por hablar conmigo mismo ―...Hombre, ve a buscarla.