No beben, no duermen, no comen, pero nunca dejan de gemir, no gimen por dolor ni por placer, no sienten nada, pero aun asi no paran. Una cosa esta clara, ya no son humanos, son la muerte, y debo devolverlos a donde pertenecen. Esa guerra parecia tan lejana, nunca pense que a la muerte le dan igual las distancias, si el gobierno nos hubiera dicho lo que pasaba...All Rights Reserved