Difícil de creer. Él era un amante de la música y la literatura, callado y siempre observante, cabello rizado y ojos cafés, parecía tan alegre, pero era delatado por su mirada de soledad y tristeza. Aparentaba estar en los mejores años de su vida, aunque no era así, nadie sabía en realidad lo que por su mente pasaba. Tenía una voz empalagosa, su risa era contagiosa y sarcástica, podías escucharla por horas. Parecía tener mucho tiempo, aunque ni un minuto para él, siempre viviendo para otros. Felizmente casado o eso parecía, pero la verdad es que poco a poco perdía la ilusión de un amor eterno que juro frente al altar. Llamado irritante por unos, aunque era un ser perfecto para una minoría. Muchos ojos eran puestos en él a diario, él solo los tenía para una sola persona o eso hizo pensar a muchos. Honesto era lo que parecía, pero mentiroso resultó ser, sabía disimularlo perfecto, lo que no sabía es que tenía frente a él a alguien que sabía leer perfectamente la mirada. Aunque al final no fueron sus ojos los delatores, sino su corazón.All Rights Reserved
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