Sueños, carecen de significado. Es solo el estado subconsciente del cuerpo cuando duerme, o al menos eso es lo que pensaba Natalie cada vez que soñaba con aquel chico que la dejaba sin aliento.
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Natalie, una joven arquitecta Londinense con mucho entusiasmo por lo que hace y que trabaja para el famoso Daniel Seydoux, un idiota sin remedio, mujeriego y lamentablemente muy guapo. Ella siente cierta atracción hacia él, y tal vez pueda a llegar a sentir más cosas, pero ¿Qué pasará cuando conozca al chico de sus sueños? Literalmente, ¿Será que sus sueños tienen un significado más profundo del que quiere admitir?
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.