Los hermanos Du Lys nacieron desdichados. Nacieron con el cabello bendecido por tonalidades como el escarlata, carmín, anaranjado. Con esas tonalidades representativas del fuego que iban en contra de toda creencia religiosa predominante. Kraser y Aeccir Du Lys descubrirán en sus viajes de ciudad en ciudad, entre desgracias y hambrunas, aquellas cosas que se les ocultan a muchas personas, esas cosas que los niños gordos y sonrojados de alta cuna no se imaginan ni por asomo, esos hechos que no pueden ser relatados como historias, ambos van a sentir todo ello de cerca y van a sentir, inexorablemente; un placer lleno de inmoralidad ante tales tabúes de la época. [Créditos a @RagamuffinFools por la portada]