Luego de salir de esa penosa fiesta de Halloween (se arrepentía totalmente de ello) Will Solace planea regresar a casa y ver un maratón de películas de terror, sentado en su cama, tapado hasta el cuello y comiendo una de las tantas bolsas de caramelos que su madre compró para los niños. Pero sus planes son interrumpidos al encontrarse con un chico caminando en medio de la oscuridad con el rostro lleno de lágrimas.All Rights Reserved