Si se da todo por la persona que tuvimos en frente... por qué estar mal? Hay que quedar conforme con todo lo que damos, aunque la otra persona le de poco valor. Al final, no solo damos lo mejor de nosotros por tener a esa persona al lado, sino porque nos sentimos completos al hacerlo. Y está muy bien dar, aunque no recibamos nada a cambio.
Quien ha recibido algo sin esperar nada a cambio, quien ha sido querido, enseñado, ayudado, auxiliado; luego también tiende a querer, a enseñar, a ayudar y a dar por el placer de dar. Al final, todos los que damos sin el fin de recibir algo a cambio, nos sentimos mejor hermano, mejor hijo, mejor amigo, mejor persona... y de verdad que se termina siendo más feliz.