La reina Hellen está decidida, va a casar a su primogénito Aidan sea como sea. Y para ello, recurre a sus tres amadas brujas, las cuales deberán hacer un conjuro para atraer a la preciosa afortunada que se llevará el corazón de su hijo. Pero los términos del conjuro no especifican tiempo y en medio del castillo aparece una mujer con unas ropas muy extrañas. Lisel está en la peor cita de todas y cansada de que su madre tratara de casarla con el primer tío que conocía. Así que, cuando trata de huir por la ventana del baño cae directamente en medio de un castillo. Encima una señora le dice que va a ser casada con un príncipe. Si es una cita de su madre se está pasando y mucho.