Blindfolded © PAUSADA

Las ojas secas crujian bajo las suelas de sus zapatos color gris y el viento frío azotaba su melena oscura.

Todo su entorno demostraba lo asquerosa que era la vida para sus ojos, la gran oscuridad que los rodeaba. Odiaba eso. Lo repetiría una y otra vez.

¿Cuál era el sentido de la vida? Algo en su desgastado ser descartaba la idea que existiera la mínima esperanza del cambio. Era imposible o por lo menos para ella lo era.

Toda su vida era una continua rueda oxidada que cumplía su ciclo una y otra vez. No existía escapatoria. Nada servía, ni el dinero, ni siquiera aún a lo que se llamaba familia.

Pero aún así existía aquella mínima posibilidad de poder lograr el desecho de las vendas mal olientas y desgastadas que le cubrian los ojos y el corazón.
Aquello se llamaría Jared, pero hasta entonces; hasta la llegada de él, su mundo se seguirá desmoronando poco a poco en su interior, y esas vendas oscuras se ajustarán a ella aún más, como firmes cadenas.