―Y entonces ¿Qué dices? ―preguntó aquel sujeto mirando vagamente por la ventana, la lluvia caía lento y ambos estaban por terminarse la taza de café que les había llevado hasta allí. Tomó un poco, tiempo era lo que necesitaba antes de formular una respuesta que le dejara satisfecho, no podía permitirse un error, no con él, pero ¿Qué debería de hacer?, ¿Negarse?