Un suicido casi perfecto

Jonathan solía ser un chico optimista y soñador, con el afán de crecer y convertirse en un adulto rápidamente. Finalizando su último año de preparatoria, esta actitud positiva sufre un cambio tras experimentar algunas situaciones difíciles y chocar con la realidad del mundo actual.
Este panorama, falto de sentido a los ojos de Jonathan, le hace adquirir una nueva perspectiva que lo aparta por completo de su universo idílico.
De una forma algo cómica y natural, Jonathan expresa todo el tiempo sus deseos de suicidarse, cosa que todos toman por broma.
Entre el humor y la verdad, el espacio es corto.