Sara es una chica obsesionada con su vecino y cómo no si Jasper es la definición de atractivo y mucha masculinidad. Ella lo cree perfecto por que aún no conoce su actitud, arrogante, fría, carente de emociones y empatia. Es una persona que solo se divierte con las mujeres rompiendo sus corazones.
En cambio sara quiere hacerse notar y enamorarlo, ¿cómo lo hará? Ni ella lo sabe, ¿y cómo lo logró? eso mucho menos.
No es una más, rompe aquella muralla que tiene el chico, lo hace vulnerable ante el amor, ante ella. Su amor está casi completo, solo que hay tantos secretos que hacen que este no se complete tan fácilmente. Ellos se amán, pero hay quienes quieren que se odien.
¿Se odiarán? Claro que no, pero si se harán sufrir como nadie nunca antes les hizo sufrir en la vida.
No hay amores perfectos, pero mientras se amen, todo sera posiblemente perfecto, y ellos son la prueba de aquello.
Historia 100% mía.
Editando novela para continuarla.🖤
Es el verano de 1993 y Sara pasa sus días en casa, donde nunca sucede nada. Porque en la vida de sara no suele pasar mucho.
Aunque antes no era así; antes ella estaba enamorada.
Aaron, hijo de los Larsson, fue su primer flechazo. Él nunca le prestó atención, estaba muy ocupado metiéndose en problemas y Sara solo era la vecina sin gracia del frente. Los Larsson viajaban desde Suecia cada verano para pasar las vacaciones en sudamérica, hasta que un día no volvieron más.
Dos años más tarde, una Sara de dieciséis años tendrá que volver a enfrentarse a ese amor ficticio que cada vez parece más real. Los Larsson han vuelto para callar los rumores de su desaparición. Y todos piensan que el pequeño enamoramiento de Sara quedó en el olvido.
Solo que Aaron nunca salió de su mente, ni de las más maravillosas fantasías que, aunque la transportaron hasta el delirio, en fantasías se deben quedar.