Si me hubiesen dicho que ahora mismo estaría perdidamente enamorada de ese boxeador el cual se hacía llamar "el diablo" me reiría en su cara.
Creí que todos lo juzgaban sin saber lo que era, que no era un diablo, le pusieron en ese pedestal cuando no era así; era un ángel completamente, con un alma pura.
O eso pensé yo. Cuando me di cuenta de que no era cierto, era el diablo embarrrado en un monton de basura y mierda, por eso era infeliz. Ese día me prometí a mi misma que lo sacaría de ahi sea como sea, todos merecemos ser felices; yo quería hacerlo feliz.
-Quiero ser tu saco, estoy dispuesta a aguantar todo por ti y contigo. No te voy a abandonar.- murmure acariciando su mejilla.
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho?
Dinero, fama, éxito..
O tal vez... ¿nuestra propia vida?
Fiorella se perdió por darle todo a Patrick,
Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..