Y aquí es donde unimos el cliché con un poco de misterio, nos damos cuenta que la vida no es tan fácil como creíamos, el amor incondicional siempre es un punto vital para todo, el protagonista se encuentra a sí mismo en el momento que encuentra a la persona que le hace reaccionar y pensar que la realidad y el presente no es lo mismo, los pensamientos se nublan y el dolor aparece, como un punzante dolor en la frente, o el sentir que has perdido a alguien que siempre has querido, las heridas del pasado siempre están presentes y cuando sabes que esto hace daño, tienes que hacer que ya no te moleste.
Abbie tiene un problema y la solución está en la puerta de al lado.
¡Ella no ha hecho nada malo! Sin embargo, su excompañera de hermandad la ha puesto en un aprieto en donde su futuro universitario pende de un hilo.
Con el tiempo corriendo, pánico y una mejor amiga experta en dar soluciones, Abbie explora las opciones, pero no tarda en darse cuenta de que Damiano, el frío jugador de hockey y su ceñudo compañero de piso, es la respuesta.