Dicen que las apariencias engañan. Y es cierto. Este es el caso de X. No sabemos si es chico o chica, su nombre, su edad, dónde vive... sólo su historia. X era alegre, enérgico (o enérgica), siempre llevaba una sonrisa en los labios. Pero eso era simplemente una máscara. Debajo de ella, había algo más oscuro de lo que nadie podría imaginar.