Protegiendo tu sonrisa (solo algunos capítulos)

Él buscaba algo que creía necesitar.
Ella no buscaba ni necesitaba a nadie, mucho menos, alguien como ese muñeco inflado.

Al conocer a Rodrigo, Mariel no imaginó que su vida daría tantas vueltas, ni que ese gigante risueño la expondría a circunstancias que hubiese preferido evitar.
Cuando Rodrigo vio a Mariel por primera vez, supo que ella sería la razón de muchos cambios. Esa preciosa sonrisa originó la promesa por la que lucharía sin descanso, incluso, cuando todo parecía acabar.