Todos alguna vez nos hemos enamorado de alguien que nos encontramos por la calle y que probablemente no volvamos a ver jamás. Aunque al destino le gusta jugar, ¿no? ~•~ -¿Puedo sentarme aquí? Mi cabeza dejó la ventanilla al escuchar la suave voz del chico de ojos verdes que me miraba fijamente. -Claro-respondí sin dudar. Y después de ese momento el verde se convirtió en mi color favorito. Todos los derechos reservados© Está prohibida la copia o reproducción total o parcial de esta obra sin el permiso por escrito de la autora