Un cristal invoca una tormenta, Fernando y Orlando terminan siendo arrastrados a un mundo en el que sus nombres ya no les sirven. Conocen a grandes personas mientras desvelan las incógnitas de éste lugar desconocido, empezando por un detalle muy importante: Todo tiene poderes increíbles. Las sombras, el viento, la electricidad, todo aquello es fácil de moldear para el elemental adecuado. Una ciudadela es el punto en el que su viaje toma sentido y se dan cuenta que aquél cristal forma parte de un propósito y que, además, existen muchas otras personas a las que les fueron otorgados. Ahora tienen una tarea, descubrir cómo volver a casa mientras conocen las maravillas de un mundo en el que la naturaleza y sus elementos son parte de la vida de las personas y las criaturas que lo habitan. Todo aquí tiene un propósito.