~Prólogo
-¿Por qué nunca me has contado nada de tu pasado? -dice Harry apoyando su pequeña cabeza en mi hombro. Su mirada busca con nerviosismo la mía.
-¿qué más da? Son cosas que jamás volveran a suceder... -digo intentando mostrar simpatía, aunque más bien parece una burla. Al ver su expresión insatisfecha marcada claramente en su rostro, me siento mal, e intento arreglarlo -créeme Harry, es mejor que todo siga así.
Asiente con la cabeza, aunque no parece muy convencido. Mira el orizonte pensativo, y su expresión está neutra. No sabría decir si interesado, enfadado, decepcionado...
-No sé que decir. -dice muy sinceramente. Me siento mal, realmente mal, y un nudo empieza a establecerse en mi garganta. Intento no mirarlo a la cara mientras hablo, no quiero que vea el dolor que esconden mis ojos.
-No entiendo nada Tiffany. -sonríe al pronunciar mi nombre, mientras le empieza a volver el color a la cara- puedo ayudarte, sólo necesito que confies en mí, puedo...
-Puedes, pero no deberías. -digo cortándole la frase. Se queda meditabundo unos instantes, hasta que parece volver a centrarse en el tema de conversación que llevamos por lo menos dos horas intentando solucionar.
-Déjame intentarlo. -dice muy convencido. -cuéntamelo todo, hasta el mínimo detalle. -nunca lo había visto más seguro de él mismo... si supiera que estaba cometiendo el mayor error de su vida...
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...