No estoy segura si todo mejoró o empeoró cuando el castaño se integró en mi vida; sólo sé con certeza que analizar lo que siento por él podría causar mi destrucción inmediata. El pasado no se puede cambiar, y el futuro es demasiado incierto para poder afirmar cosas sobre este. Nos queda el presente, que es el portador del ahora, y equivocarse definitivamente es parte del proceso. Aunque nuestra vida se pierda allí como cuenta de pago.