Oliver está cansado de Alya. Está cansado de su sonrisa metálica, de sus ojos cafés siguiendo cada paso que da. Está harto de que a cualquier lado que mire se encuentre con un par de trenzas rojizas y millones de pecas que nunca se ha esforzado por maquillar. No soporta más sus chillones gritos, ni la manera enferma que tiene de auto proclamarse su novia. ¡Ella no era su novia! Haberla salvado de la caída del árbol cerca de casa nueve años atrás había sido la firma perfecta hacia su propio suicido. El peor error de su vida, y se arrepentía cada mañana al verla sentada en la parada de bus a las siete menos cuatro con su expresso latte de chocolate. Lista para saludarlo como si fuesen los mejores amigos del mundo y tomar el bus juntos. Las vacaciones se acercaban y no estaba seguro de que podría soportar otro verano con Alya Campbell cerca, sin cometer o bien un suicidio o un homicidio. Obra registrada por Safe creative bajo el código: 1612120097120All Rights Reserved