Las personas jamás cambian,siempre me lo había dicho mi madre,pero no quería convencerme de eso. Quería seguir creyendo que si la gente veía sus errores terminaba cambiando,pero caí y todo lo que se cae se rompe. Me di cuenta que,en realidad nadie cambia,ni aunque en su destino este escrito,la gente nacerá y morirá igual.