Las oportunidades de encontrar al amor pueden ser imposibles, aun cuando estés en París, más conocida por las parejas con sus finales felices. Existen amores pasajeros que te enseñarán una enseñanza sobre la vida.
Gabriel Agreste ha recalcado que la mejor inspiración es una persona, ya que de esta se basa para sus esculturas, comenzando por su rostro el cual es lo más importante hasta la figura estructurada, y, como si de un cuento se tratara, una mujer vino a su vida para dar dicha inspiración, llamada Judith.
Algo que no sabía nuestro gran escultor, es que la mujer de sus sueños era diez años menor que él. Sin embargo, esa no fue una excepción al momento de amar, llegando a su conclusión de estar enamorado por personas menores que él.
Pero el destino... Lo traicionó, la muerte de quien se convirtió esposa y madre de sus hijos.
Años pasan, desesperación, angustia, dolor, fue lo único que experimentó el ahora hombre de cuarenta años. No buscar ese mundo que le había dado Judith, le hacía sentir una persona sin remedio en la vida.
Existen otras oportunidades.
Marinette Dupain Cheng es una joven de veintidós años caracterizada por el modelaje y diseño, siendo así, novia del hijo de Gabriel después de tiempo, y, aunque fuera un destino tan absurdo y romántico, el viejo pero apuesto escultor encontró su inspiración
~Creditos a Ainefelai~
Portada: Kimmy Hanna
¿Qué pasaría si una preadolescente entrara al juego del calamar? Todos los jugadores tienen deudas, problemas, algo que los llevó ahí... pero ella no.
Nadie le dio la tarjeta, nadie pensó en reclutarla. Sin embargo, no podían sacarla.
Era demasiado tarde; ya era parte de los juegos.