Prólogo: Narra Harry: Amigos con beneficios. Al principio me pareció la mejor idea del mundo, claro, no habrían celos, conversaciones cursis, pelas, llanto, etc... Solo placer. El placer de sentir su suave piel contra la mía, el placer de saborear sus dulces labios, el placer de oírla gemir mi nombre deseando más... Pero ahora el "placer" ya no es suficiente. Quiero que me haga sentir celos, quiero tener conversaciones cursis con ella, quiero poder llamarla mía y quiero escuharla decir que me ama... ¡Eso es! La amo...!