Cuando Emma vio a Sebastian sintió que era un golpe del destino, si tal vez no hubiese sido tan fuerte como para que el viento le levantará la falda ella quizás le habría hablado esa vez...O la vez siguiente cuando él acomodo sus cosas en la oficina de al lado. ¡Si Emma no se hubiese comido ese sándwich de pan de ajo! muy probablemente no estaría en aprietos en este momento, no estaría tratando de explicarle al guardia de la empresa porqué Sebastian no puede saber que ella metió una carta en su buzón la semana pasada y porque está haciendo lo mismo está semana.
1 part