"El aire aún tenía la fuerza suficiente para hacer que su pelo ondease a su capricho y Albert sintió que ya no tenía sentido callarse nada. Tampoco iban a disponer de tiempo para reproches. -Porque si lo último que consigo antes de que todo se vaya a la mierda es que me mires como lo estás haciendo ahora sé que habrá merecido la pena."