- Debes dejarme en paz - le dije entre sollozos... no queria que se fuera. Él es mi ancla... Pero si le dejo quedarse arruinare mi vida, y me llevare la de él sin tapujos. Eso no pasara. - ¡¡Maldita sea!!, deja de tratarme como un niño quieres! - grito. se acerco a mi. yo temblaba contra todo pronostico. Deseaba mas que a nada poder perderme en esos ojos marrones de él. Que ahora me miraban con tanto amor. Ahueco mis mejias con sus manos y pego su frente a la mia. - Debes... debes entender que... que te amo - dijo. dijo esas palabras como si le hirieran, como si decirlas fuera como tocar el filo de una espada. Ahogue un jadeo... él lo matara si permito que esto pase a mas, debo dejarle mientras pueda... No concebiria estar en esta vida sabiendo que él ya no camina por el mismo planeta que yo. y entonces me besó. No fue un beso apasionado, ese beso fue destinado a robarme la poca voluntad que me quedaba y luego todo paso demasiado rapido. Se alejo de mi, y cuadro los hombros al oir la risa tan estupida y vengativa que estaba saliendo de él... Él, el hombre que tanto daño me ha causado... - ¿Menuda despedida, cierto? - dijo arqueando una ceja. yo temble. y me aleje de subito. pero mi hombre se enderezo, y camino frente a él. maldición, yo tenia el corazón en la mano, olvide como respirar, olvide como estar de pie. Verles juntos era el primero de mis mas escalofriantes miedos. Mi amor es alto y de espalda ancha. Su cuerpo tiene ese molde perfecto de trabajo duro. y él... el mide casi lo mismo unos centimetros mas alto talvez... pero ambos emanaban ese aire de poder y posesión al que tanto miedo tengo... - Para llevartela - le dijo firme y sin tapujos. - tendras que pelear conmigo, es tu ultima oportunidad, vete y te prometo que cuando te atrape tu muerte sera rapida - le dijo mi hombre. Él quedo serio un momento y luego su boca se elevo en una sonrrisa. Sus ojos me buscaron y lo que dijo a continuacion me robo lo poco que me queAll Rights Reserved