Ambas se miraron. En cuanto lo hicieron, una sonrisa arrogante apareció en sus rostros a la vez que todos se sorprendían de sus trajes, de sus anillos, demostrando muchas aventuras, y sobre todo, de cómo sus ojos ya no eran los mismos que cuando se fueron; ahora mostraban frialdad, algo muy helado incluso para ellos. -Y ahora, estúpida Konoha, ¿cumplimos tu expectativa?-preguntaron sonrientes, mirando a los aldeanos en posición de ataque. Estaba claro que mucha sangre iba a ser derramada.