Es curioso como a veces, el destino se empeña en poner en tú camino a personas tan parecidas a ti, pero a la vez, tan diferentes.
A veces quisiera que el destino dejará de entrometerse en mí vida, pero supongo que es una de las muchas cosas que no se pueden evitar, así como el amor, los problemas, la depresión. . O también de vez en cuando, el destino te envía personas toxicas, de esas que no son capaces de cambiar por su cuenta, para que tú te encargues de transformarlos.
En lo único en lo que considero bueno al destino, es qué, gracias a él, tengo a las personas más valiosas conmigo y aprendo cada vez mas de ellas, son de los pocos sucesos buenos que he tenido en mí vida. Pero eso no es todo;
En mí caso, el destino me ha hecho aprender sobre algo de lo que realmente no quería saber, el amor. Y no me refiero a cualquier amor común, no, sino más bien a uno de esos extraños y confusos amores. Él amor de un mujeriego de primera, del chico malo, de la persona conocida por ser un desastre. Xiao LuHan. .
Cuando dos personas están destinadas es fácil saberlo pero cuando no es difícil. Liam era el chico popular con fama de malote que desde lejos parece no tener sentimientos, Natalie una chica de libros que va de aquí para allá con una sonrisa siempre pero cuando tiene que ser dura, lo es.
Natalie era todo lo contrario que Liam quería en una chica, pero ella ahora es la única que logra ver algo en el que los demás no pueden, pero aún así hay algo que no sabe de ella.
Eran la persona adecuada pero en el momento incorrecto.