Es curioso como a veces, el destino se empeña en poner en tú camino a personas tan parecidas a ti, pero a la vez, tan diferentes.
A veces quisiera que el destino dejará de entrometerse en mí vida, pero supongo que es una de las muchas cosas que no se pueden evitar, así como el amor, los problemas, la depresión. . O también de vez en cuando, el destino te envía personas toxicas, de esas que no son capaces de cambiar por su cuenta, para que tú te encargues de transformarlos.
En lo único en lo que considero bueno al destino, es qué, gracias a él, tengo a las personas más valiosas conmigo y aprendo cada vez mas de ellas, son de los pocos sucesos buenos que he tenido en mí vida. Pero eso no es todo;
En mí caso, el destino me ha hecho aprender sobre algo de lo que realmente no quería saber, el amor. Y no me refiero a cualquier amor común, no, sino más bien a uno de esos extraños y confusos amores. Él amor de un mujeriego de primera, del chico malo, de la persona conocida por ser un desastre. Xiao LuHan. .
Olive es una bonita, popular y adinerada chica que busca alejar a un sujeto totalmente aburrido cuando su madre la quiere obligar a emparejarse. Lucas es un serio, rudo y problemático chico que busca volver a enamorar a su ex novia. Juntos, son la pareja perfecta...
Si al menos lo fueran de verdad.
Lucas y Olive se unen en un descabellado plan donde fingen estar enamorados y ser la pareja perfecta con el fin de cumplir sus propios objetivos. El problema está cuando descubren que no son tan diferentes como creen serlo, y una chispa comienza a surgir entre ambos.