Prometo amarte toda mi vida... la promesa más falsa que puede existir, ¿no creen? Bueno, esperen... quizás esa no sea la más falsa, pero ahora no quiero debatir ese asunto, mejor les presento a los protagonistas de esta historia:
Mi bella Leila y Matthew, dos desconocidos que después de un tiempo se juraron amor eterno. Sin embargo, ¿quién dijo que las promesas siempre se cumplen?
Bueno, sí las promesas se hacen con amor se debería cumplir, ¿no?
¡Oh no, aguarden! Quizás el amor es sólo algo pasajero.
En realidad el amor no lastima, lo que hiere son las falsas ilusiones, las dulces mentiras y las promesas vacías...
En esta historia serán testigos de que existen promesas vacías que, inevitablemente te marcan de por vida.
¡Mil gracias por leer!
#849 en historia corta- 03/12/16
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Amelia tiene una enfermedad terminal que no le permitirá quedarse por mucho tiempo así que ha tomado la decisión de no hacer promesas que no pueda cumplir como cuando ella se enteró de su enfermedad, le prometieron que mejoraría y que sus tratamientos no serían dolorosos pero esas no eran más que promesas falsas. Ella sabía que hacer promesas sería romper la confianza de una persona así que la palabra "prometer" no estuvo en su vocabulario por mucho tiempo, hasta que llegó Emilio un chico que la busco por mucho tiempo; él conocio lo que era un lugar seguro en su compañía, conoció lo que era recibir un desayuno asi sea simple en un dia de caminata, conoció una manera de amar completamente distinta. Amelia al estar con él sintió la necesidad de hacer promesas, sintió la necesidad de contarle todo, sintió la necesidad de estar con él, solo que... tantas promesas no fueron cumplidas dejando a dos personas con el corazón roto y adoloridos.