El problema de la mamá de Bea era que nadie podía detenerla, nadie debía atreverse a intentar ponerle un alto. Y eso fue heredado a su ahora rebelde y joven hija. Beatrice Graunt tiene un serio complejo de libertad, y en cuanto siente que la están oprimiendo sólo piensa en huir. La vida como bruja le daba limitaciones, ahora su vida como semidiosa aún más. Las pautas de cuidado son tantas que apenas puede respirar. Con esto intenta acercarse a su mejor amiga buscando consuelo, pero ella está aún más encerrada. Eso es como la gota que derramó el vaso. Bea escapa, acto desesperado y sin meditar. Ahora está sola y con ape.nas dinero en un país desconocido para ella. Está cerca y a la vez tan lejos de todos los problemas. La carta de Marlee no llega a tiempo para hacerle saber de su misión, así que Bea pasea tranquila con la idea de que su querida castaña esta a salvo en casa. Una persona le da lo que quiere y lo que necesita. Puede ser libre en sus limitaciones, ahora lo sabrá. ADVERTENCIA: Esta historia es paralela a Solo soy una Greengrass, la cual mezcla dos mundos: Harry Potter y Percy Jackson.