Solía pensar que la persona ideal es aquella que te escucha y te comprende, posiblemente sea cierto, sólo que en esta ocasión es algo contradictorio decir esto.
Recuerdo que el diablo una vez fue Ángel y que al final traicionó a Dios...
En esta historia, hablemos de dos personas. La primera fue la que siempre estuvo ahí, incondicionalmente, entendiendo y escuchando siempre.
La segunda persona fue aquella que no estuvo ahí siempre, se podría decir que llegó justo en el momento preciso, sin embargo esa persona no era incondicional, pero tenía algo peculiar, esta persona me enseñó a creer en mí misma, dándome seguridad ante todo.
Cual de las dos personas es la correcta?
Realmente, ninguna lo fue...