"Prométeme que nunca te vas a alejar de mí" dijo cerrando sus ojos y pegando sus labios a los míos, los cuales apreté de la vergüenza, pero que en cuestión de segundos se adaptaron a los suyos, el abrió su boca indicando que su lengua tomaría lugar entre mis labios, mientras yo le cedí el paso tomé su meñique junto con el mío "Lo prometo..." Soy una persona solitaria, desconfiada y tímida, me da terror el simple hecho de que alguien se acerque a mi...hasta que llegó ese chico, con esa voz ronca y seductora con la que podría atrapar a quien sea, esa sonrisa con la que era capaz de poner el mundo al revés, esos ojos color chocolate que daban ganas de perderse en ellos por siempre, él logró mostrarme cosas que nadie pudo, me enseñó un lado de la vida que sólo conocía en los libros... Existen promesas dulces, que te pueden transportar a mundos maravillosos llenos de dulzura...pero también hay promesas que te pueden llevar a tu destrucción inmediata, tengo miedo de prometer lo que no debo, y me lleve a una dimensión gris y deprimente, pero sin duda, ninguna de ellas me hará alejarme de la persona que amo...