La miré como nunca antes la había visto, de repente me sentí consumido en su historia. -Entonces es cuando empieza a pasar el tiempo, cuando nos vamos muriendo poco a poco, -se acercó el cigarrillo a la boca, y justo cuando pensé que iba a inhalar, se lo alejó y siguió observándolo como si fuese algo cautivador -algunos se aprovechan e intentan consumir tu esencia, pero con ella no lo consiguieron, -aclaró rápidamente - entonces, cuando ya sabes que esas cerca del final, no te queda nada por hacer, solo esperar, y afrontar las cosas. "No se puede jugar con el destino" me dijo, "el tiempo destruye todo a su paso, menos así mismo".