Mis versos están anocheciendo, me pregunto hacia dónde irán esos trenes que perdí por tropezar, dónde estarán esos suspiros que salían por mi boca justo antes de cruzar, los que me hacían pensar antes de actuar, y así evitar una catástrofe mental recíproca. Dónde estarán todas esas metas que cansé por tanta sed que tenían de mí, donde irán esas ideas que perdí por pereza, donde estarán todas mis perplejas historias ya distorsionadas, ya quemadas. Dónde aparcaran las cenizas, dónde quedarán las heridas que perdí, porque hoy me encontraba con un apetito feroz de todo ésto, pero me di cuenta que a mi cajón le faltaban todos sus huesos, solo quería con estos versos pedir perdón a esa magia que me regaló el trayecto.