- eres un idiota - dije enojada. - pero así me amas - contestó arrogante. - y no sabes cuanto me arrepiento - le dije con odio - por ti perdí todo, mi familia, mi bebé, mi corazón. Se estrujó mi alma al decirle eso, y ver cómo de sus ojos rodaban unas gruesas lagrimas. - no digas eso, tu me sigues amando. MALDIGO EL DÍA EN QUE TE CONOCÍ - le contestó levantándome para irme de ahí. Y me voy, me voy dejando mi corazón a su lado, me voy dejando mis sueños y esperanzas junto a él. Me voy con el corazón destrozado. historia de mi propia autoria, no copiar. DERECHOS RESERVADOS.