Me llamo Alonso, y soy gay., tengo 30 años. Desdé que trabajo en la empresa como contador conocí a una persona maravillosa su nombre es Santiago él cual se dedica a lo mismo que yo.
Pero lo que sé es que tenemos una convivencia increíble, una unión inexplicable, siento algo más por él que en sólo ser amigos,. Llevamos estos 28 años de amistad por que desdé niños estuvimos juntos como compañeros del alma.
Él no sabe lo que siento pero sé que algún día sabrá la verdad.
Quiero buscar el momento para confesarselo sin importar las burlas, humillaciones, destrucciones, etc, de la gente que no acepta las indiferencias de otros.
Pero hubo algo que me separo de Santiago, me distancio por completo, no sé que le hicieron, o le dijeron de mí., pero saldré adelante, no me rendiré para volver a conquistarlo, estar cerca, estar a su lado, él y yo sabemos que lo nuestro se queda nuestro.
Abbie tiene un problema y la solución está en la puerta de al lado.
¡Ella no ha hecho nada malo! Sin embargo, su excompañera de hermandad la ha puesto en un aprieto en donde su futuro universitario pende de un hilo.
Con el tiempo corriendo, pánico y una mejor amiga experta en dar soluciones, Abbie explora las opciones, pero no tarda en darse cuenta de que Damiano, el frío jugador de hockey y su ceñudo compañero de piso, es la respuesta.