¿Que sucedió? Tal vez intentamos demasiado, o tal vez nada. Quizás deberíamos haber sido menos testarudos con nosotros mismos y más con el destino. Deberíamos habernos amado menos y cuidado más. Deberíamos haber disfrutado más y discutido menos. Deberíamos haber buscado en lo más profundo del alma cada miedo y haberlo arrojado fuera, como el mar arroja los restos que no desea en la orilla, y jamás vuelve a reclamarlos. Deberíamos haber escuchado cada consejo de nuestros abuelos, cuando decían que para que el amor dure lo que duró el de ellos, hay que pelear cada día. O tal vez deberíamos haber entendido que no se trata de luchar, que cuando dos personas no están destinadas a estar juntas, por más intentos que haya, no podrán. Y es que ya luchamos: juntos, separados, contra el otro, contra nosotros mismos, contra el mundo, contra el destino, contra nuestros miedos, contra nuestros demonios, contra lo más oscuro de cada uno. Y aún así no se pudo. Y aún así no se puede. Estando cerca nos odiamos, estando lejos nos extrañamos. El amor nos mata, y el desamor y la distancia nos mata aún más. Y es que yo creí que sólo pasaba en las historias de amor baratas. Nadie nunca me contó que podría pasarme a mí, que por más amor que haya, a veces no alcanza.All Rights Reserved
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