En mi soledad, ella es mi compañía. En la oscuridad, ella es mi luz. En el frío, ella es mi calor. Viene todos los días a visitarme, no falta nunca. Cada vez que entra por esa puerta mi corazón late intensamente, necesitándola, amándola. Cada vez que sus ojos se posan en mi, una sonrisa se forma en sus labios. Esa sonrisa, es mi única razón para vivir. Esa sonrisa, es lo que me mantiene vivo.