Chanyeol dio un último vistazo a su imagen en el espejo del mostrador de bebidas. Estaba impecable, como siempre. Llevaba un tiempo preparando mojitos, licores y vodkas con soda cuando algo atrajo su atención hacia la puerta de acceso al club.
El pelirrojo se acercó a la barra, y apoyó los codos en ella para clavar la mirada en los ojos oscuros del azabache.
-Un sex on the beach.
Cuando acabó su bebida, se volvió a depositar la copa vacía bajo la atenta mirada del pelinegro. El ojiazul lo repasó con la mirada de pies a cabeza, y dándole una sonrisa de lado, bajó de la butaca para dirigirse a la pista, moviendo las caderas al ritmo de la música.
Chanyeol siguió el vaivén, hipnotizado. ¡Mierda!, esa sería una noche entretenida después de todo.