¿Puedes imaginar cómo se siente una persona? ¿Puedes sentir el dolor ajeno como si fuese propio? No verdad. Se nos es imposible. Creemos que nuestros problemas son tan grandes que no nos damos cuenta de lo que sufre la gente de nuestro alrededor. Claro. Hay excepciones. No toda la gente es así. Quizá tú seas así, te conmueve el sufrimiento, la alegría, la tristeza, el miedo, su frustración.