Finalmente había llegado mi último curso en el instituto. Tras cinco años de larga espera y esfuerzo, entre otras cosas, por fin estaba en la recta final. Todos dicen que el último año es el mejor, y yo pensaba aprovecharlo. Pensaba ser feliz con mi novio, al que tanto quería, salir con mis amigas, y sacar buenas notas. Sería pan comido, como siempre. O no...