Esta historia narra la vida de un grupo de estudiantes de Medicina que tienen una sola cosa en común a parte de lo que estudian, cada uno considera raro al otro. La historia es narrada desde el punto de vista de Amanda Moncada, hija de uno de los Médicos más prestigiosos del país que desea que su hija le siga haciendo honor a su apellido sin embargo, esto no es lo que ella desea pero no le queda opción que seguir diciendo SÍ a todo lo que su padre le imponga, y desde la perspectiva de Alice Estrada, una chica que a diferencia de Amanda ve a la Medicina con gran pasión, ella posee un solo objetivo y es ser uno de los mejores Médicos del país para buscarle solución a la enfermedad que le ha arrebatado la vida a su padre, que está por llevarse la vida de su hermana y que quizá amenaza a la de ella pero una vez dentro de la Escuela Especial de Médicos comprenderá que cumplir con su objetivo no será tan sencillo como siempre lo pensó.
Juntas aunque no siempre revueltas atravesarán decepciones,
amistades, amores correspondidos y no correspondidos, tristezas, llantos
que le harán su camino un poco más complicado. Este grupo de chicos
vivirán momentos y anécdotas que los hará crecer como persona, a
darse cuenta que a veces hay problemas que no tienen solución, mas sin
embargo que hay que sonreír hasta en los peores momentos y que
algunas veces hay que atreverse a comenzar a decir adiós, pero,
¿estarán ellos dispuestos a practicar esa frase una vez que se vean
envueltos el uno con el otro?, ¿serán capaces de decir adiós?.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.